La crisis es pretexto para mirar la cantera
Su presencia en el fútbol ecuatoriano gana protagonismo. Los resultados en la Copa Libertadores y en el torneo nacional son positivos. ¿Cuál es su criterio sobre el proceso que sigue el club?
“La institución pasa por un momento preocupante. Los jugadores se adaptaron y hacen lo posible para salir adelante. Pero ahora falta más apoyo de la hinchada”.
En el momento del contrato me advirtieron sobre los problemas económicos que tendríamos y el proyecto que se seguiría. En la actualidad, los jugadores están aprovechando las oportunidades y el cuerpo técnico tiene su reconocimiento como consecuencia de los resultados. El club, por su parte, intenta resolver su déficit financiero.
Usted vino al país con una visión clara: vivir la realidad.
La dirigencia fue sincera y me pidió ayuda. Acepté las condiciones y por suerte también lo hizo mi grupo de trabajo. Los jugadores que se quedaron se sometieron a la realidad económica, igual quienes fueron contratados. Nadie vino sin conocer la verdad, aceptaron lo que les podían pagar.
¿Qué tan difícil fue acomodarse al escuálido presupuesto del club (USD 1, 2 millones)?
HOJA DE VIDA
Guillermo Duró
Sus datos. Nació en Buenos Aires el 16 de noviembre de 1968. Su esposa es María Carbajal y tiene dos hijas.
Su debut. A los 29 años se estrenó como técnico y lo hizo en San Miguel de Ituzaingó. Pasó por Defensor de Belgrado, Platense...
Su equipo. Lo integran Pablo Bravo (PF), Juan Benítez (PA) y Paúl Vélez (AT).
Fue complicado armar un plantel competitivo. Por eso se pensó en dar la oportunidad a los futbolistas de la cantera, a quienes entraban en ese presupuesto y a aquellos que se adaptaban a la condiciones. Se armó el plantel y ahora tratamos de cumplir los retos.
Esa crisis económica obliga a mirar hacia las canteras.
Sí. En Argentina se trabaja con las divisiones menores. En Ecuador, por la falta de costumbre, hay temor de dar oportunidad a los juveniles. A veces lo hacen por obligación, pero es el momento de fijarse en ellos. Hay que asumir compromisos y por suerte los resultados se dan. Somos conscientes de que es un proceso y que el equipo está en crecimiento. En el fútbol hay bajones y se debe estar preparado.
¿Qué experiencias ha tenido en su paso por clubes argentinos?
En Argentina es habitual, pero más ocurre en los clubes de ascenso. En Tristán Suárez me contrataron para dos años y me fue bien. En Defensores de Belgrano, tras un ascenso, sin mucho presupuesto se armó un equipo competitivo y se adaptó a otra categoría. Platense, un club grande, se quedó sin dinero y afronté esa realidad. Esas experiencias me sirven ahora.
Usted aceptó la propuesta del Deportivo Cuenca consciente de la crisis económica. ¿Por qué asumió este riesgo?
Vine al Deportivo Cuenca más por sentimiento que por cualquier otro aspecto. No me fijé en los riesgos que corría profesionalmente y ahora tampoco tengo miedo de lo pueda pasar.
Los técnicos se escudan en futbolistas experimentados o de renombre para asegurar su permanencia. ¿Cuál es su criterio?
Es normal que el técnico trate de asegurar su futuro con resultados, porque con tres o cuatro derrotas hay la posibilidad de quedar fuera. No puedes tener miedo a los retos o de lo contrario significa que no confías en tu trabajo.
Futbolistas como William España y Juan Carlos Paredes debutaron en la Copa Libertadores sin un solo cotejo en la primera categoría. ¿Qué tan complicado fue incluirlos entre los
titulares?
No cualquiera se anima, pero por suerte respondieron. España y Paredes, de la Sub 20 de Emelec y del Rocafuerte de segunda categoría, se estrenaron en Copa. Aprovecharon la confianza y siguen creciendo. Ellos se acoplan al igual que Cristian Cordero.
Con un plantel reducido se encaran dos torneos. ¿Dará oportunidad a otros jugadores?
Sí. Cuando veamos que algún jugador se destaca y consideramos que puede rendir, no dudaremos. Ahora trabajamos con un grupo de 20 a 23 futbolistas, quienes saben lo que el técnico quiere en la cancha.
En 2004 fue asistente de Julio Asaad, con quien Dep. Cuenca fue campeón. Allí conoció a jugadores que siguen y otros que actuaron en la liguilla de 2008. ¿Cómo ayudó ese conocimiento?
Tiene mucho que ver. Esos jugadores que actuaron en 2004 saben cómo nos manejamos. Después trajimos jugadores que conocíamos. Eso nos hizo más fácil. Luego agregamos a jóvenes con muchas ganas de triunfar. La liguilla final de 2008 me sirvió para conocer a la mayoría de integrantes.
¿Cuál será su mejor premio con los jugadores que está brindándoles la oportunidad?
Llegar lo más lejos en Copa Libertadores y en el Campeonato Nacional.
¿Cuánto ayudó en la conformación del equipo su actual asistente técnico, Paúl Vélez?
Más de lo que la gente se imagina. Llegué para la liguilla y ya proyectamos el equipo de 2009. El mérito es que él eligió a todos los jugadores nacionales.
D. Cuenca es el segundo equipo con la mejor delantera en el país (15 goles). Rodrigo Teixeira (brasileño) e Ismael Villalba (argentinos) están respondiendo, igual Édison Preciado...
Lo bueno es que todos se acoplaron rápido. Teixeira hace goles gracias al funcionamiento colectivo; Ismael juega bien porque tiene en quiénes apoyarse; Preciado entra y anota debido a la comprensión con sus compañeros. No es un equipo de individualidades, sino de 20 integrantes.
Hay clubes que se pueden considerar favorecidos con el tema de los juveniles. ¿Porque unos responden mejor que otros?
En la cancha juegan 11 y no uno. No se puede culpar a un juvenil. Él necesita su proceso de adaptación.
