El colmo de los colmos
Esta palabrita es empleada para que la gente sonría. Así: ¿Cual es el colmo de un periodista? Tener un hijo – diario. O sino este: ¿Cuál es el colmo de un ordenador? Tener miedo a los ratones. O quizá este: ¿Cuál es el colmo de Batman? Que lo Robín…
Estas frases nos pueden sacar varias sonrisas, pero lastimosamente lo que enfocaremos a continuación genera en nuestro ser, enojo, asombro y tristeza. Con este antecedente, la pregunta sería: ¿Cuál es el colmo del Deportivo Cuenca? Que un ex presidente le incaute la taquilla. Seguramente esto no arrancará sonrisas, tal vez sí, pero es una realidad que incomoda.
Todos conocemos la cruda realidad de este equipo que se encuentra en medio de una crisis grande. Tan solo para contextualizar, los dirigentes adeudan a la plantilla de jugadores cuatro quincenas, es decir dos meses de sueldo. Los miembros del cuerpo técnico no cobran su salario hace dos meses y medio. Situación similar les corresponde a los empleados administrativos.
Lo loable de ellos es que conocen la realidad del plantel y continúan con sus labores. Y no es que exista malestar. Al contrario, existe contrariedad por esta situación, pero al mismo tiempo están conscientes de los esfuerzos que realizan los directivos y les toca esperar sus salarios a cuenta gotas.
Sumemos las deudas del IESS (Seguro Social) y del Servicio de Rentas Internas (SRI). Los pagos mensuales que deben realizar a ex integrantes del Cuenca. Las demandas que ha tenido que cancelar, como las de los jugadores Carlos Gutiérrez, Casiano Méndez, Alejandro Kenig y muchos más que constan en una extensa lista de futbolistas.
Hace pocos días, el buzón del Cuenca recibió una notificación de la FIFA en la que se indicaba que el cuadro cuencano debe cancelar en menos de un mes, la suma de 40.000 dólares por la recisión del contrato de Cristian Carnero. “Tras cuernos, palos”.
Y para finalizar esta novela trágica, horas antes del encuentro entre Deportivo Cuenca y Olmedo, llegó un comunicado de un juez para que la Asociación de Fútbol de Azuay embargue la taquilla de ese partido y de los que se vienen, por una deuda de 204.000 dólares, que el club mantiene con el ex presidente Antonio Álvarez, quien endosó una letra de cambio al señor Marcelo Torres, para que sea él quien reclame estos haberes.
Esto es el colmo de un equipo que, en medio de la crisis, tiene que encarar su participación en el torneo doméstico. Pero la situación no queda allí. Esta demanda llegó en el 2008 y la dirigencia del Cuenca de aquel período tenía que responder en tres días. La irresponsabilidad hizo, que exista una respuesta luego de 20 días, cuando ya era tarde. Eso sí es el “colmo de los colmos”.
La palabrería barata de quienes dijeron amar a esta ciudad y al club y las actitudes politiqueras que los llevaron a la dirigencia para hacerse plataforma y buscar un lugar en puestos públicos fue la farsa que lo ha llevado a la debacle a esta noble institución.
Hace algunos días en la emisión matinal de “Tomebamba Deportiva”, el síndico actual del equipo Adrián Feican sostuvo que no queda nada por hacer. No se puede apelar, no se puede reclamar. Pero al mismo tiempo abrió la posibilidad de negociar el establecimiento de un plan de pagos, si es que los reclamantes tienen la predisposición para hacerlo.
Tal parece que surtirá efecto la propuesta de los directivos cuencanos. Se anuncia que están avanzadas las negociaciones para que el demandante perciba mensualmente el dinero que se adeuda y con esto, se anulará el proceso de incautación de las próximas taquillas. Esperemos que la negociación se consolide.
Aunque los directivos dicen desconocer las razones de esta deuda y nosotros tampoco conocemos en qué se gastaron estos recursos, sin embargo el ex presidente reclama lo que seguramente él considera suyo, por una letra de cambio que tiene en su poder.
Consideramos que si existe una deuda, hay que pagarla. Pero reprochamos la forma en que se quiere recuperar esos recursos por parte de los interesados. El destino del dinero de las taquillas deben servir para solventar el pago a la plantilla de jugadores pero no para cancelar deudas que ni siquiera se conoce su razón de ser.
Además, en este caso hubo demanda y el Cuenca tuvo la oportunidad de defenderse, pero no lo hizo por el desinterés de dirigentes anteriores.
La irresponsabilidad, la falta de ejecutividad, la carencia de acción de los ex dirigentes y ex síndicos del Cuenca, han generado esta serie de problemas. Ese “quemimportismo” de estas personas le tiene al Cuenca al borde de la quiebra.
Sin alarmar, sabemos que el actual presidente del club (Julio León) tuvo intenciones de renunciar porque considera que así es imposible conducir el destino de este barco. Pero eso quedó en intenciones ante la desesperación económica que se produce por estos casos y seguirá al frente de este barco siempre a la deriva.
Anhelamos a que los directivos se mantengan unidos para hacer frente a esta oleada de demandas, que seguramente no serán las últimas y uno de estos días amanezcamos con otra noticia similar. Porque lamentablemente “al perro flaco no le faltan las pulgas”. ¡Es el colmo!
muy triste la situacion por la q pasa mi equipo del alma!!!! hay mucha tristeza en mi por la situacionpor la q pasa mi equipo!!q lastima q no pueda hacer nada!!! Dale cuanquita del alma con la fuerza y garra q nos caracteriza saldremos adelante!!!
ResponderEliminar