El Deportivo Cuenca suma en su visita al Macará
Luis Gustavo Soler, DT del equipo colorado, sorprendió al incluir en el onceno estelar a David Matute en lugar de Byron Cano, el jugador más importante en las dos primeras presentaciones del cuadro morlaco y que ingresó en el segundo tiempo por el mismo centrocampista cuencano.
Peligro
El peligro empezó a generarse en ambos terrenos desde el inicio del cotejo. Federico Laurito y Mike Rodríguez, del expreso austral, pudieron anotar el primer gol de la noche, pero sus remates no llevaron precisión.
Al minuto siete un cabezazo de Marco Tenorio, del Macará, se estrelló en el vertical ante el infructuoso esfuerzo del arquero rojo Juan Marcelo Ojeda.
Dos minutos más tarde el golero argentino de Deportivo Cuenca volvió a salvar. En esta ocasión detuvo un remate de Israel Chango. Fue la noche de Ojeda.
El ritmo del partido se intensificó de manera progresiva por la propuesta ofensiva de ambos conjuntos. El ataque, jugar al ataque era el propósito de ambateños y cuencanos.
En ese ámbito, la figura de Ojeda seguía creciendo. A los 15 minutos el argentino neutralizó otro cabezazo de Tenorio. Ojeda aplacaba las fisuras, los errores de la defensa morlaca, en el tramo del primer tiempo más complicado para Deportivo Cuenca.
Por eso el expreso austral volvió a arrimarse con peligro recién a os 21 minutos con un derechazo de media distancia que el arquero local Cristian Mora no tuvo problemas para detener. Diez minutos después un tiro libre del argentino Javier Robles encontró bien ubicado al arquero local.
A jugada seguida David Matute falló la chance más clara del equipo de Soler cuando un remate suyo dentro del área pegó en el horizontal en el mejor momento del equipo rojo, que terminó el primer tiempo con la posesión del balón a su favor.
Segundo tiempo
El triunfo pudo ser para cualquiera. Los espacios para atacar se incrementaron en el segundo tiempo. Las llegadas se suscitaron de lado y lado, en un ida y vuelta permanente.
Omar Guerra, que entró por Juan López en Macará, otorgó más dinámica al ataque local. El colombiano empezó peligroso su actuación con un remate que puso en aprietos a Marcelo Ojeda.
Pero Mike Rodríguez replicó a los 58 minutos con un zurdazo que, sin embargo, salió sin dirección. No había especulación alguna. Ambos cuadros quería ganar.
Último tramo
Rodríguez se convirtió en el jugador más incisivo del Cuenca en el último tramo del partido. Fue el motor creativo y ensayó más disparos sobre el área de Mora. A los 77 minutos él sacó un zurdazo cruzado que Mora largó al corner. Y Macará replicó, a jugada seguida, con un remate de Carlos Quintero que pasó cerca del vertical izquierdo de Ojeda.
Intenso. Imprevisible. Celestes y rojos volcados al ataque, con todas las fichas en pos del gol. Así, en medio de arremetidas y contragolpes, se fue un partido que pudo ser para cualquiera por la generosidad de sus propuestas de juego.
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